Tras las seis semanas obligatorias del permiso de paternidad, aún podría coger diez más, he vuelto al curro, aunque evidentemente no lo he dejado en ningún momento realmente ya que existe el teletrabajo, jajaja, sin haber respirado prácticamente en ese tiempo supuestamente de asentamiento a la nueva etapa y conciliación familiar. Primero fue la niña con nueve días en cuidados intensivos por la complicación de unos angiomas en un ojo y en el hígado, afortunadamente han dado con el tratamiento y esta recuperándose a pasos agigantados. Posteriormente, la jefa tuvo que ser operada de urgencias estando seis días en el hospital y ahora de curas cada dos días. Entre medias mi suegra tiene un accidente laboral y el inquilino previamente a todo esto me deja un cañón y la casa desguazada. Así que imaginaros las ganas locas que he tenido de meterme al agua... jajaja... vamos que a pesar de ser un enfermo amante de las olas creo que ha sido de las pocas veces en mi dilatada trayectoria de yonki salitrero que no me asomaba a ver la mar, ni veía las previsiones cien mil veces al día, ni estaba pendiente de vientos, mareas u otro factor que nos afecte en el día a día. Mi única preocupación era salir cuanto antes de este mal de ojo o mala época que estamos atravesando. Ya comienzo a ver la luz en el camino y esperemos que a partir de ahora sea todo nuestro caminar mas liviano.
Este último mes pues he jugado algo al padel que me requiere poco tiempo, he seguido surfeando las olas y el asfalto en los diferentes juegos que tengo en el móvil que me hacían menos largos mis estancias en Valdecilla y conseguí entrar al agua un día para darme un chapuzón con el singlefin con olas a la altura de la rodilla o menos, pero simplemente la sensación de oler a salitre, mojarme con la primera cuchara a pesar de no hacer falta, de sentir la mar al remar y de deslizarme brevemente por las ondas que conseguí domar fue suficiente como terapia recuperadora y un aire fresco para continuar con mas fuerza y mucho mas animo en el día a día. También deciros que como no queda otra me ha dado por el bricolaje teniendo que recuperar y dar un lavado de cara al piso de Somo, jajaja, vamos que cuando no he estado en el hospital porque las jefas ya estaban en casa, he hecho de Manolo y Benito para ponerle a punto de cara a unos nuevos inquilinos. No sabía que se me daba tan bien pintar jajaja... Espero que a partir de ahora pueda escribir mas porque eso significara que mi vida vuelve a la normalidad pudiendo ir al agua con cualquier embarcación que tenga posibilidad de disfrutar. Estos dos primeros días de trabajo ha estado muy pequeño, por lo que no me apetecía ir al único pico de la playa a bregarme con otros moradores de las aguas, prefiriendo acabar las chapuzas de casa, pero es probable que esta semana vuelva al medio acuático al menos para sentirlo. Bueno ya sabéis de lo que hablo y espero que vuestras vidas sean algo mas tranquilas que la mía.
SURFING, RESPECT, ENJOY & LOVE. KEEP SUPING.