Buena semana deportiva donde he podido realizar varias de las prácticas que me apasionan y me llenan. Comencé los tres primeros días de la semana disfrutando surcando las olas con un stand up paddle de olas, luego pase a travesía, continuando cogiendo las aletas y el bodyboard y acabando con la raqueta de padel. No esta nada mal, ya que como están las cosas actualmente, poder tener tiempo de esparcimiento y desconexión mental es un auténtico lujazo. Pero eso no ha sido todo en mi día a día, he tenido el habitual ajetreo laboral en el Centro de Surf, aunque evidentemente mucho mas bajo al no tener prácticamente que atender las instalaciones del club que están la mitad cerradas ya que la mayoría de usuarios son de fuera del municipio y los colindantes por lo que no pueden acudir, y por que la oficina de turismo esta desierta ante la imposibilidad de poder venir gente a Somo. Así que me ha venido genial para seguir avanzando en mi formación y tener tiempo para a parte de mis tareas federativas habituales seguir formándome para ser mejor profesional en mi puesto de trabajo. Tras haber pasado satisfactoriamente dos cursos de prevención de riesgos laborales ahora me estoy metiendo por pecho y espalda uno de protección de datos. Bufff, menudo coñazo, jajaja, nada que ver con los dos anteriores, pero igual de importante o mas en los tiempos que corren. Espero poder acabarlo para principios de la semana que viene. Lo mejor que se hace ahora online, con tutorías, ejercicios y actividades o tareas a enviar y un examen final sin tener que acudir a una academia o centro educativo.
El lunes, tuve la oportunidad de entrar con Juanma y Toño en la zona del skatepark rozando las plataformas del antiguo camping, que por cierto cada vez queda menos, debido a los temporales otoñales. Me metí con la Vita Surfboards que tenemos en el club de test. La he puesto la quilla de la paddleboard (prone) que me da una estabilidad brutal y me permite deslizarme a toda mecha por cualquier onda marina. Me centré en las derechas buscando la línea en cada una de mis intervenciones y buscando poco a poco esa complicidad necesaria con tu embarcación para poder disfrutar de una sesión orgásmica. La verdad es que nos compenetramos muy bien y salí del agua muy satisfecho con el encuentro que tuvimos. Veía a mis compañeros de sesión también disfrutando. Me alegre mucho por Mimmo que regresaba después de cuatro meses al agua y le oía gritar en su primera ola como si fuera su primera vez. Enorme!!!. Ellos escogieron primeramente la izquierda que termina en la entrada del club y que sale enfrente de las casas, pero preferí desplazarme a la derecha solitaria para estar mas tranquilo con una tabla prestada. Acerté de pleno. El martes, por el contrario, no tuvimos tanta suerte porque se metió el viento nada mas entrar al agua destrozando el mar. En esta ocasión, Juanma y el menda nos quedamos en la ola de las casas surfeando en solitario hasta que entraron un par de surferos y decidí trasladarme a otro pico sin fortuna optando por salirme del agua. Cogí pocas pero bien ejecutadas, así que salí contento de la sesión, aunque José salía bastante contento de su aventura en la zona de la roca. Igual deberíamos haber ido allí aunque como había bastante gente y con tabla de test como que no me mola mucho estar rodeado de otros amantes de las olas.
El miércoles, fue realmente de Big Wednesday, hacía tiempo que no me lo pasaba tan bien en el agua. No pensé que la Dugout podría adaptarse a esas condiciones como lo hizo. Las olas estaban de mas de dos metros, de hecho a Juanma y a Toño les puso las cosas difíciles durante la sesión aunque el primero fluyo en una par de izquierdas espectaculares, al menos vistas por detrás. Me centré en derechas, ya que yendo a la mano, podía correr perfectamente por esas masas monstruosas que nos llegaban. El pico de las casas estaba plagado de gente incluso estaba Rafa con un sup tocho disfrutando de esa ola, pero el día era para entrar en el spot de la duna donde mejoraba por momentos las ondas marinas. No se cuantas olas me habré cogido, pero sobre la docena o mas, ya que al estar en el pico prácticamente solo. Coincidí con Dani de la Escuela Cántabra de Surf y Jaime, local de la playa, pero con el tamaño que había y las corrientes a penas coincidíamos en las esperas. Creo que salimos todos con una sonrisa de oreja a oreja. Desde la primera ola me percaté de que sería un gran día. Posiblemente mi mejor ola fue una con varios giros hasta la orilla ante la atenta mirada de Toño y Juanma que se encontraban en la orilla descansando de las envestidas del mar. Podía haber estado mas tiempo aprovechando las excelentes condiciones reinantes, pero según termine en la orilla con un buen floater, viendo la serie que caía, me dije basta por hoy que has cumplido con creces. Un placer intenso que me dejo agotado.
El jueves viendo las previsiones ni lleve el traje, pero como había salido un día espectacular, mas de verano que de la época del año en la que nos encontramos, decidí enfundarme el traje de baño y una licra de tirantes para ir al embarcadero junto a Javi y Mimmo para darnos una remada por la ría de Cubas. José había ido con Susana y otra amiga también a remar. Nos les encontramos en el embarcadero y venían encantados con las condiciones tan idílicas que había para remar. Me toco sufrir al principio con la SPS 9'6 x 26", de hecho me resbale a la entrada del puerto y me hice una herida en el dedo del pie, nada grave pero molesta hasta que ha cicatrizado. La travesía no sabría deciros con palabras lo que ha significado para los tres mosqueteros. Menudo momento de paz que hemos podido disfrutar con el agua totalmente cristalina, sin viento, con un solazo tremendo y ayudados por la marea. Subimos hasta Somo Boo y dimos la vuelta a la plataforma de arena que allí se encuentra. Nos cruzamos con un bote que subía bastante rápido, luego con una extraña embarcación cuadrada donde iban con un dron como estudiando el fondo o sabe dios lo que estaban haciendo y con una insólita estampa de una pareja haciendo nudismo en la primera punta del recorrido... la pregunta era cómo consiguieron llegar hasta allí si no lo habían hecho por mar. No había remado desde que pusieron las nuevas restricciones y claro prácticamente no hay vehículos por la carretera lo que hacía que a nuestra vuelta solo se escuchara a la naturaleza y el mar que en pleamar llegaba enfurecido a la playa. Bueno también las dos motos que estaban haciendo motocross por la parte de atrás del arenal y que afortunadamente fueron cazados en la salida de la playa.
El viernes me tocaba acudir a la última sesión de la parte de surfing de la asignatura optativa de 3º de la ESO en el IES Las Llamas y que esta ocasión les habíamos planteado una clase de bodyboard. Acertamos de pleno porque estaba la marea alta con olas de medio metro y con la tabla lo hubieran pasado mal, pero en cambio de esta manera se lo pasaron pipa llegando en todo momento hasta la orilla sin clavar y descubriendo otra forma de deslizamiento. Alguno se atrevió también con el handplane para hacer bodysurf. Estaba la playa a reventar de gente por lo bueno que hacía. Si no os lo creéis solamente deciros que estuve en la orilla con el long john y una licra, hasta que me llego mi turno de entrar al agua y no pase nada de frío con dicha indumentaria. Me cogí media docena de olas destacando una cabalgada en dropknee y un rollo en la orilla. Estar en el agua viendo a los chavales y profesores disfrutando no tiene precio. Por la tarde, tuve la oportunidad de volver a las canchas de juego para jugar al padel. No se por qué motivo pero tenía unas ganas tremendas y entre enchufado. No tuve apenas errores no forzados, de hecho, creo que uno solamente ganando los tres sets que nos dio tiempo a jugar en una hora (6-1, 6-0 y 6-3). El sábado por la mañana me toco examinar a los alumnos del curso de monitores de nivel 1, así que la tarde me la pase corrigiendo los casi ciento cincuenta exámenes tipo test realizados. A mitad me fui de nuevo a jugar al padel, pero esta vez en Marisma con muro y techumbre, teniendo que cambiar algo mi juego adaptándome a un nuevo compañero volviendo a ganar todos los sets jugados en la hora que teníamos. Cada vez me encuentro mas seguro en la pista y a pesar de acabar agotado en cada partido sufriendo algo la bola derecha con tanto esfuerzo físico estoy deseoso de que llegue el próximo viernes para darlo todo de nuevo.
SURFING, RESPECT, ENJOY & LOVE. KEEP SUPING.